Desayuno de grupo y ponemos punto de encuentro en el hall del hotel.
A tan sólo 10 minutos caminando tenemos el Castillo de Papa Luna, el atractivo más importante de la localidad y que por supuesto no nos vamos a perder. Aprovechando que el sol ya está en lo alto, nos trasladamos a una época medieval, como si de un ejército de Caballeros Templarios se tratara. El Castillo de Peñíscola es una fortaleza que ocupa la zona más elevada del peñón sobre el que se sustenta la antigua ciudad de Peñíscola. Se comenzó a construir en 1.294, concluyéndose la obra en 1.307; sus promotores, los enigmáticos templarios, la edificaron a imagen y semejanza de los castillos de Tierra Santa. El Castillo cuenta con una gran riqueza histórica, ya que Benedicto XIII de Aviñón, el llamado Papa Luna, convirtió el castillo en su sede pontificia. Caballerizas, el Patio de Armas, el Salón del Trono y el Aljibe entre otros, nos esperan para descubrir toda su historia.
Regreso al hotel y comida de grupo. Y esta tarde despertad vuestro sentidos…
Tarde de nuevas experiencias: Un autocar privado nos recoge en el hotel para trasladarnos a una espectacular bodega. ¡Nos embarcamos en una experiencia única en el corazón del vino!
Empezamos explorando las cavas subterráneas exclusivas, descubriremos los secretos de la crianza en salas de barricas y visitaremos el fascinante jardín de Dionís y Baccus. Tampoco nos olvidaremos de visitar la sala subterránea de despalilladoras, imprescindibles para la buena elaboración del vino.
Por supuesto, conoceremos el complejo proceso de elaboración desde las antiguas damajuanas hasta el «Club Privee» y, cerraremos esta experiencia con una degustación para todos los paladares. Una hora y media aproximada, cargada de sabores del Maestrazgo. ¡Sumérgete en el mundo del vino como nunca antes!
Regreso al hotel, cena de grupo y mucha fiesta ¡Hoy es sábado y el ambiente se nota!